Atlanta (GA), 23 sep (EFE News).- Pauline Binam, una de las inmigrantes que han denunciado haber sido esterilizada en una prisión para indocumentados en Georgia, ha podido reencontrarse con su familia tras casi tres años detenida y ahora quiere contar su historia para que nadie más tenga vivir su “pesadilla”.
Pauline Binam logró lo que más anhelaba: ver nuevamente a su hija de 11 años, gracias a la intervención de congresistas, abogados, activistas y religiosos que se movilizaron rápidamente para evitar su deportación cuando ya se encontraba en el avión que la llevaría a su natal Camerún, y luego de que se hicieran públicas las denuncias de esterilizaciones en el centro.
El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) liberó a Binam el fin de semana “por razones humanitarias”, tal como dijo a Efe la su abogada Van Huynh, de la organización Alianza Latina por los Derechos Humanos de Georgia (GLAHR) y que ayudó a la inmigrante en su caso.
“Pauline está ahora reconectando con su familia, con su hija estadounidense, y está quedándose por ahora con su hermana, que cuidó a la niña, cerca de Baltimore, Maryland”, indicó Huynh.
La madre de 30 años quiere relatar su experiencia para “asegurar que lo que le sucedió a ella” en el Centro de Detención del Condado de Irwin, en el sur de Georgia, “no le pase a ninguna otra mujer”, según afirmó su abogada, que agregó que probablemente lo haga en las próximas semanas.
De acuerdo con organizaciones defensoras de los derechos humanos, Binam ha sido identificada como una de las mujeres que fueron sometidas a “intervenciones ginecológicas no autorizadas” en esa cárcel de ICE y que ahora es objeto de una investigación por parte de líderes demócratas en el Congreso.
Según Huynh, la cirugía que le practicaron a su cliente ocurrió en agosto de 2019, cuando le iban a remover un quiste en los ovarios, un procedimiento relativamente sencillo, pero en su lugar el médico le quitó una de las trompas de Falopio sin su consentimiento y le informó que probablemente no iba a poder quedar embarazada nunca más.
“Con 29 años, a Pauline le robaron el futuro como resultado de estar detenida por inmigración”, sostiene la abogada.
“Binam y su familia buscan ahora sanación”, dijo por su parte a Efe Sylvie Bello, presidenta del Cameroon American Council, una de las organizaciones que intervino para lograr la liberación de la madre y quien estuvo el fin de semana junto a ella.
Bello dijo que ahora concentrarán sus esfuerzos en lograr la liberación de otras inmigrantes de Camerún, entre ellas una madre de trillizos que no se encuentra bien, y que podrían haber pasado por experiencias similares a la de Binam.
El escándalo en Irwin se destapó la semana pasada luego de que varias organizaciones de derechos humanos, entre ellas Project South, Government Accountability Project, presentaran una queja ante la Oficina del Inspector General del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) en la que denunciaron una serie de prácticas peligrosas en la prisión de Irwin.
La denuncia está basada, principalmente, en el testimonio de Dawn Wooten, una enfermera que trabajó en esa cárcel y que expresó su preocupación por el “alto número” de indocumentadas que habían sido sometidas a histerectomías, una cirugía para extirpar el útero, y muchas sin siquiera entender el motivo de la operación.
Diversas fuentes, entre abogados, activistas y mujeres que han estado presas en Irwin, identificaron al médico que realizó las cirugías como Mahendra Amin, un especialista en obstetricia y ginecología de Douglas (Georgia). Aunque Wooten no lo identificó por su nombre, se refirió al médico como un “recolector de úteros”, porque “sacaba todo de adentro”.
El abogado de Amin, Scott Grubman, indicó en una declaración enviada a Efe que “niegan categóricamente” las denuncias en contra de su cliente.
“El doctor Amin es un médico muy respetado que ha dedicado su vida adulta al tratamiento de una población de alto riesgo y desatendida en las zonas rurales de Georgia”, señaló Grubman, quien se mostró confiado en que una vez que los hechos salgan a luz su cliente “será absuelto de cualquier irregularidad”.
ICE aseguró el pasado jueves estar dispuesto a “cooperar plenamente” con cualquier investigación que se realice en torno a la denuncia y dijo que abrirá una pesquisa independiente sobre el caso.
La agencia federal, no obstante, agregó que “disputa con vehemencia la implicación de que los detenidos sean utilizados para procedimientos médicos experimentales”.
Foto: Cerca de 270 personas participan en una vigilia convocada por una coalición de organizaciones de derechos civiles a favor de familias de inmigrantes detenidos en el Centro de Detención de Stewart, en Lumpkin, Georgia. EFE/Erik S. Lesser/Archivo