Ciudad de Panamá, 14 oct (EFE).- El Gobierno de Panamá dijo este viernes que requiere “ayuda” para la gestión de las decenas de miles de migrantes en tránsito hacia Estados Unidos que llegan cada mes al país, en su gran mayoría venezolanos, y renovó el llamado a Suramérica a que se involucre activamente en el manejo de esta “crisis humanitaria”.
La canciller panameña, Janaina Tewaney, dijo que tras el anuncio estadounidense de una “nueva política migratoria” para los venezolanos, “de inmediato se coordinó con el canciller de Costa Rica y con el jefe de la misión de Estados Unidos en Panamá, Stewart Tuttle”
Esto “con la finalidad de coordinar a niveles técnicos la manera en que se va a recibir ayuda de algún tipo, o efectuar una solicitud de cooperación técnica o logística para el manejo de esta crisis”.
“El pasado 10 de octubre Panamá recibió el número pico histórico de migración irregular por Darién”, dijo Tawaney en un comunicado sin precisar una cifra, pero haciendo énfasis en que es “urgente que países de la región, principalmente los del Sur, puedan entender que la responsabilidad de coordinar esta crisis humanitaria es de todos”.
Panamá es la puerta de entrada a Centroamérica desde el sur. Entre enero y septiembre pasado llegaron al país tras cruzar el Tapón de Darién, la peligrosa selva fronteriza con Colombia, 151.582 migrantes irregulares, más que la cifra histórica de 133.726 de 2021, en su gran mayoría (70 %) venezolanos.
Son familias enteras, con niños e incluso bebés, en movilización. Muchos de los venezolanos y haitianos proceden de segundos o terceros países como Colombia, Ecuador, Perú, Chile o Brasil, en los que ya habían intentado establecerse.
Panamá recibe a los viajeros irregulares en estaciones de recepción migratoria (ERM) situadas en la frontera con Colombia y con Costa Rica, donde toman sus datos biométricos y reciben alimentación y atención médica, en un operativo único en el continente que consume millones de dólares al año.
“En estos momentos los migrantes en su mayoría son de nacionalidad venezolana y por ende la coordinación con Colombia, Ecuador y demás países del Sur es importante”, sostuvo la canciller panameña.
Según explicó Tawaney, “se está desarrollando una estrategia para plantear iniciativas en una reunión técnica que se llevará a cabo en las próximas dos semanas en Colombia, con la coordinación de Costa Rica y Estados Unidos, que permitan iniciativas conjuntas para controlar el tránsito irregular”.
“El objetivo es encontrar la estrategia para que esta crisis no afecte directamente a nuestro país”, dijo la canciller de Panamá.
Agregó que al Gobierno panameño “le interesa elevar esta situación a nivel multilateral porque son los organismos multilaterales los que nos van a ayudar en temas técnicos, en logística, y para cualquier tipo de fondo que se requiera para el trato humanitario y decente de estos migrantes, (…) ya sea para su retorno voluntario o en caso que vayan hacia México”, agregó.
Estados Unidos anunció el miércoles un programa que da estatus legal por dos años a los venezolanos que lleguen en avión y dispongan de un patrocinador.
Se aceptarán en un principio a 24.000 venezolanos bajo este programa, del que están excluidos los deportados de EE.UU. en los últimos cinco años, los que hayan entrado a Panamá o México de manera irregular o los que tengan una residencia permanente o nacionalidad de otro país que no sea Venezuela.
La primera deportación de migrantes venezolanos, por parte del Gobierno de Estados Unidos, sorprendió este jueves a cientos de compatriotas y migrantes de otras nacionalidades que se encuentran varados en la ciudad mexicana de Tapachula, estado de Chiapas, fronteras sur de México y que buscan llegar a la Unión Americana.
FOTO: Fotografia de archivo en la que se registró a la ministra de relaciones exteriores de Panamá, Janaina Tewaney Mencomo, en Ciudad de Panamá (Panamá). EFE/Bienvenido Velasco