México, 22 abr (EFE News).- La escasez de recursos en seguridad y la redistribución de estos hacia el sistema de salud en México está siendo un problema para afrontar la pandemia del coronavirus en tanto que las cifras de delincuencia no bajan, advirtieron expertos este miércoles.
“Esta crisis ha evidenciado las dificultades del sistema sanitario. (…) E incluir a las fuerzas de seguridad en la lucha contra la COVID-19 va a perjudicar sus labores”, explicó María Elena Morera, presidenta de la ONG Causa en Común en la conferencia “El papel de las Policías, Guardia Nacional y Fuerzas Armadas en la contingencia sanitaria”.
Durante la conferencia, varios de los expertos participantes coincidieron en que las reubicaciones presupuestarias de partidas que correspondían a recursos policiales y que ahora se destinarán al sistema sanitario no hacen más que evidenciar la fragilidad fiscal de ambos sectores.
“Estamos sacrificando el futuro para atender la emergencia”, manifestó Alejando Hope, analista de seguridad.
Con él coincidió Morera, quien aseguró que aunque con esto se ayudará a liberar cargas del sistema de salud, no es la solución a las fallas del sistema sanitario, que debe renovar sus planes y protocolos.
Asimismo, aunque se desconocen los datos acerca de cuantos miembros de las fuerzas de seguridad están siendo dedicados a las labores relacionadas con la cuarentena, recientemente se informó que 4.700 elementos de Guardia Nacional protege las instalaciones de centros de salud pública.
Sin embargo, Morera explicó que desde su organización ven en la creación de la Guardia Nacional por parte del Gobierno de Andrés Manuel López Obrador -un órgano policial-militar- una militarización de la seguridad ciudadana y un error.
“Esta crisis de salud se junta con la peor crisis de seguridad de la edad moderna en México. Consideramos que la militarización es un error y ahora lo vemos no solo en seguridad, también en la atención de esta emergencia”, detalló Morera.
Ambos expertos mencionados comentaron que la falta de coordinación que se está viendo entre autoridades federales, estatales y locales está favoreciendo el desorden y al alza de la criminalidad.
LA VIOLENCIA NO HACE CUARENTENA
Los ponentes de la conferencia mencionaron también la modificación de las conductas delictivas debido a la crisis de la COVID-19, en las que ha se ha mantenido activa la actividad de los grupos de la delincuencia organizada.
“La pandemia no ha significado una tregua ni un armisticio en los grupos del crimen organizado”, dijo Renato Sales, consultor en materia de seguridad y excomisionado Nacional de Seguridad (2015-2018).
A pesar de que, según Hope, se dio una disminución en procesos de producción y distribución de sustancias ilegales y se puede deducir una reducción en delitos en vía pública, no han disminuido los delitos de homicidio y desaparición de personas, explicó Macedonio Támez, coordinador del gabinete de seguridad del Gobierno de Jalisco.
Para el analista, todavía es pronto para ofrecer una respuesta convincente de por qué sucede lo anterior, pero se aventuró a ofrecer como hipótesis que las medidas de confinamiento en México están siendo poco estrictas y los segmentos de la población que salen a la calle son los más expuestos a la violencia.
De acuerdo a los datos proporcionados por el Secretariado Ejecutivo del Sistema de Seguridad Pública, del 1 al 21 de abril se contabilizan 1.799 asesinatos, es decir, 85,7 personas privadas de la vida cada día.
Asimismo, se registraron 3.000 víctimas de homicidio doloso en el mes marzo con un repunte de 8,5 % en comparación con los 2.766 de febrero.
En su habitual conferencia de prensa matutina, este miércoles López Obrador explicó que se están poniendo muchos esfuerzos en revertir esta situación y que la Guardia Nacional, su buque insignia, estará presente en todo el país.
Sin embargo, aseguró que la inseguridad es un problema de Gobiernos anteriores, es difícil combatirla y se relaciona con el neoliberalismo y la corrupción.
FOTO: Agentes de la Guardia Nacional y policías capitalinos patrullan este miércoles las principales avenidas y hospitales, en Ciudad de México (México). EFE/Sáshenka Gutiérrez