México, 11 sep (EFE).- “Congelar” el tráfico de armas ilegales que llegan de Estados Unidos a México, esta fue la petición del canciller mexicano, Marcelo Ebrard, en su visita el martes a la Casa Blanca para evaluar los avances en el control del flujo migratorio y evitar aranceles.
Miles de armas de fuego cruzan cada año la frontera de norte a sur, una problemática a la que el Gobierno mexicano atribuye parte de la violencia que vive el país.
Estas son las claves para entender la importancia y el volumen de armas que llega cada año a México, donde el uso de armas está muy restringido.
¿Cuál es la legislación respecto a la posesión y uso de armas en México?
En la Constitución de 1917 se hablaba originalmente del derecho de poseer y portar armas “para su seguridad y legítima defensa”.
En el artículo 10 del texto original, la portación de armas en poblaciones se sujetaba a los “reglamentos de la Policía”, y se negaba el uso de armas prohibidas “expresamente por la ley” o de uso de los cuerpos de seguridad.
En 1971 hubo una reforma a la carta magna y se promulgó la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos en 1972, dando derecho a los ciudadanos a “poseer armas en su domicilio” siempre que no sean de uso solo gubernamental, añadiendo que la “ley federal determinará los casos, condiciones y lugares” para la portación.
En marzo de este año, el debate sobre la legalidad y el uso de las armas en México se reavivó debido a un decreto mediante el que se creó el nuevo cuerpo de seguridad, la Guardia Nacional, en cuyo texto también se modificó el artículo 10.
Sin embargo, los cambios no fueron sustanciales, ya que solamente se añadió a la Guardia
Nacional como un nuevo organismo autorizado para el uso de armas.
¿Cómo impacta el tráfico de armas en la violencia en México?
El país latinoamericano se encuentra inmerso en una gran crisis de violencia e inseguridad.
Según datos oficiales, el país registró 35,964 homicidios en 2018, una cifra no vista desde que empezaron los recuentos hace unas dos décadas.
La ola de violencia no ha bajado en la mayoría de delitos tanto de alto como de bajo impacto desde que Andrés Manuel López Obrador llegó a la Presidencia el pasado diciembre. En los primeros siete meses de 2019 han ocurrido 20.135 homicidios. A pesar de que el documento presentado en la reunión por la Cancillería mexicana indica que “se ha observado un aumento sustancial en la incautación de armas de fuego ilegales”, las cifras continúan siendo alarmantes.
De acuerdo a los datos presentados por la Secretaría de Relaciones Exteriores, un 70 % de los delitos llevados a cabo con armas fueron efectuados con mercancía proveniente a Estados Unidos.