Tegucigalpa, 26 jun (EFE).- El 84 % de los focos de calor, es decir, quemas agrícolas e incendios forestales, detectados entre enero y mayo pasado en Nicaragua se ubicaron en territorios indígenas y afrodescendientes y en áreas protegidas, alertó la ambientalista Fundación del Río en un informe divulgado este lunes.
De 45.427 focos, el 69 % fueron reportados en territorios indígenas y afrodescendientes, y 15 % en áreas protegidas, indicó la Fundación del Río, que realizó un análisis de los puntos de calor que son detectados por los sistemas satelitales de acceso y uso libre vinculados al programa de la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio de EE.UU. (NASA).
“Esos datos demuestran un avance de la frontera agrícola, la invasión de colonos, malas prácticas productivas”, explicó durante la presentación del informe el biólogo Amaru Ruiz, presidente de esa organización ambientalista, que da seguimiento a los incendios forestales en Nicaragua desde 2017.
La incidencia de los focos de calor en áreas protegidas (6.979) “demuestra déficit en la efectividad de manejo” de las mismas, señaló Ruiz.
En total, la incidencia de los puntos de calor en Nicaragua hasta mayo pasado aumentó en un 25 % en relación al mismo período del año pasado. Abril y mayo reportaron mayor incidencia de puntos de calor con el 47 % y el 39 %, respectivamente, dijo la Fundación.
EN DOS “PULMONES” EN CENTROAMÉRICA
Dentro de las áreas protegidas afectadas por quemas agrícolas e incendios forestales está la Reserva de la Biosfera Bosawas, uno de los pulmones de Centroamérica, donde se reportaron el 30 % de las incidencias, es decir unos 2.104 puntos de calor, puntualizó.
También la Reserva Biológica Indio Maíz, cerca de la frontera con Costa Rica, que acumuló el 8 % de las incidencias, es decir unos 538 puntos de calor, agregó.
En el caso de la Reserva Biológica Indio Maíz, el Gobierno Territorial Rama y Kriol elaboró un pronunciamiento en el que se reportaban 458 incendios y/o quemas hasta el 28 de abril pasado y en el que pidió a las autoridades gubernamentales garantizar la protección de recursos naturales y respeto a la autonomía, para que así tomen medidas concretas en defensa de esta zona.
DEFICIENCIAS DE VIGILANCIA Y ALERTA TEMPRANA
La Fundación del Río criticó que las autoridades no cuentan con un sistema actualizado de seguimiento en tiempo real a los focos de calor, a pesar de que enero pasado presentaron el Plan Nacional Interinstitucional de Prevención y Control de Incendios Forestales en tiempo real.
Los resultados oficiales muestran que existieron 9.358 quemas agrícolas y de maleza, y 70 incendios forestales, entre enero y mayo pasado.
No obstante, según el análisis de la Fundación del Río, se identificaron 1.936 incendios forestales, y 36.676 quemas agrícolas y de malezas.
Esa organización concluyó que falta capacidad de atención del sistema de prevención y atención de incendios de las instituciones gubernamentales.
Además, que la “existencia de disparidades en los datos que genera cada institución” del Gobierno que preside Daniel Ortega “demuestra que hay una falta de coordinación entre las instituciones de la Comisión Nacional de Prevención y Control de Incendios”.
“Podemos asegurar que existen deficiencias en los sistemas de vigilancia y alerta temprana para la prevención y control de incendios y que este año no se logró reducir la incidencia de incendios forestales y quemas agropecuarias en áreas de bosques”, afirmó la Fundación del Río, una de las más de 3.500 ONG que han sido ilegalizadas en el marco de la crisis que vive Nicaragua desde abril de 2018.
FOTO: Vista de un incendio forestal en la zona fronteriza de Nicaragua con Honduras, en una fotografía de archivo. EFE/Emir Alfaro