Washington, 2 sep (EFE).- El exgobernador de Nuevo México de origen hispano Bill Richardson, quien fue embajador de Estados Unidos ante la ONU y secretario de Energía bajo la Presidencia de Bill Clinton, falleció a los 75 años en su domicilio, informó este sábado el Centro Richardson en un comunicado.
“Vivió toda su vida al servicio de los demás, incluido su tiempo en el gobierno y su carrera posterior ayudando a liberar a personas tomadas como rehenes o detenidas injustamente en el extranjero”, apuntó Mickey Bergman, vicepresidente del Centro Richardson, en un comunicado.
Richardson murió mientras dormía en su casa de verano en Massachusetts, detallaron medios estadounidenses como la CNN. El demócrata dedicó su carrera pospolítica a trabajar para liberar a los estadounidenses detenidos en el extranjero.
Nacido el 15 de noviembre de 1947 en California y de madre mexicana, a lo largo de su carrera Richardson intercedió para la liberación de rehenes y prisioneros en lugares como Corea del Norte, Irak, Cuba, Rusia y Sudán.
Su nombre apareció en varias ocasiones entre los candidatos al Premio Nobel de la Paz. Hace solo unos días se conoció que este año nuevamente fue nominado, esta vez por cuatro senadores demócratas, Bob Menéndez, Joe Manchin, Martin Heinrich y Ben Ray Luján.
“No hace falta decir que me siento honrado por esta nominación a un premio prestigioso, sabiendo que es una posibilidad remota”, apuntó el pasado día 25 Richardson al diario The Hill.
Su nominación estuvo respaldada por 14 cartas de exrehenes y sus familias, elogiando su papel en su liberación.
“No había ninguna persona con la que el gobernador Richardson no hablara si eso contuviera la promesa de devolverle la libertad a una persona”, agregó el comunicado publicado hoy por el Centro Richardson para el compromiso Global, creado con la misión de participar en la resolución de conflictos y la liberación de prisioneros.
Richardson nació en Pasadena, California, aunque creció en el barrio de Coyoacán de la capital mexicana ya que su padre, un ejecutivo bancario de ascendencia angloamericana y mexicana, estaba destinado allí. Su madre era mexicana de origen español.
Siendo niño lo enviaron a estudiar a Estados Unidos y más tarde se licenció en Ciencias Políticas en la Universidad de Tufts en 1970.
Desde muy joven comenzó su carrera política, trabajando para un congresista republicano. Trabajó también en sus primeros años en el Departamento de Estado de Henry Kissinger durante la administración de Richard Nixon (1969-1974).
En 1982 fue elegido congresista de la Cámara de Representantes por Nuevo México. Pasó 14 años en el Congreso, donde conoció a Bill Clinton (1993-2001) y comenzó a involucrarse, de manera circunstancial, en las negociaciones para liberar rehenes.
Fue en 1994 cuando Clinton le pidió que participara en la liberación de dos pilotos estadounidenses cuyo helicóptero fue derribado en el espacio aéreo de Corea del Norte, ya que Richardson casualmente se encontraba de visita en el país.
En 1997, Clinton lo nombró embajador de Estados Unidos ante la ONU (1997-1998) y, un año después, fue elegido secretario de Energía hasta el final del segundo mandato del presidente demócrata. Fue el político hispano que más alto llegó en aquellos años.
En aquella época participó también en varias misiones de política exterior, entre ellas una negociación en Bagdag con Sadam Huseín para asegurar la liberación de dos trabajadores aeroespaciales estadounidenses que habían sido capturados por los iraquíes.
Tras el fin del gobierno de Clinton, en 2002, Richardson se convirtió en el único gobernador hispano de EE.UU. en ese entonces y el quinto en la historia de Nuevo México, el estado con mayor porcentaje de población latina del país.
Fue gobernador durante dos mandatos y en 2008 buscó la candidatura demócrata a la Presidencia, pero la abandonó después de las primarias de Iowa y New Hampshire.
Entre las últimas tareas que realizó, Richardson actuó como mediador en varios intercambios de prisioneros entre Estados Unidos y Rusia, entre ellos la baloncestista Brittney Griner y el estudiante estadounidense Trevor Reed, a finales del año pasado.
Casado con su amiga de la infancia Barbara Flavin, con quien tuvo una hija, es también autor de tres libros, entre ellos “How to Sweet-Talk a Shark: Strategies and Stories from a Master Negotiator”, y era frecuente su participación como comentarista en distintos canales de televisión como CNN o Fox News.
Además del Centro Richardson para el Compromiso Global, Richardson creó la Fundación para Preservar la Vida Silvestre de Nuevo México, con el actor Robert Redford, para proteger a los caballos salvajes.
Biden lamenta el fallecimiento de Bill Richardson, “patriota y verdaderamente genuino”
Nueva York, 2 sep (EFE).- El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, lamentó este viernes el fallecimiento del exgobernador de Nuevo México Bill Richardson, que negoció la liberación de varios ciudadanos estadounidenses retenidos en el extranjero incluso después de dejar la política.
“Era un patriota y verdaderamente genuino, y no se le olvidará”, dijo el mandatario en un comunicado en el que repasó los muchos hitos en la vida de Richardson.
El político, que falleció a los 75 años en su casa de verano en Massachusetts, llegó a ejercer como embajador de Estados Unidos ante la ONU y secretario de Energía durante la Administración del demócrata Bill Clinton (1993-2001), convirtiéndose en el funcionario hispano de mayor rango durante esos años.
Fue gobernador de Nuevo México entre 2002 y 2008, y después buscó la candidatura demócrata a la Presidencia, pero la abandonó después de las primarias de Iowa y Nuevo Hampshire.
“Bill Richardson acarreó muchos títulos de peso durante su vida”, dijo Biden en su mensaje. “Pocos han servido a nuestra nación de tantas maneras o con tanta insistencia, creatividad y buen ánimo”, añadió.
Pero fue su labor como negociador en favor de la liberación de estadounidenses retenidos en el extranjero lo que más quiso recordar el mandatario, un trabajo que le ha valido varias nominaciones al Premio Nobel de la Paz.
“Se reunía con cualquiera, viajaba a cualquier parte, hacía cualquier cosa que fuera necesaria”, aseguró Biden, recordando que, con su trabajo, Richardson ayudó a liberar a pilotos capturados en Corea del Norte, a trabajadores retenidos por Sadam Huseín o a miembros de la Cruz Roja apresados por rebeldes en Sudán.
El año pasado, el exgobernador, ya retirado de la política, ayudó en las negociaciones para liberar a dos presos estadounidenses detenidos en Rusia, el estudiante Trevor Reed y la baloncestista Brittney Griner, dos casos que suscitaron una gran cobertura mediática y fueron celebrados como logros del Gobierno de Biden.
“Se le echará mucho de menos”, dijo el presidente.
“UN NEGOCIADOR MAGISTRAL Y PERSISTENTE”
También el expresidente estadounidense Bill Clinton y su mujer, la exsecretaria de Estado Hillary Clinton, lamentaron el fallecimiento de Richardson con un mensaje en el que se refirieron al político como “un negociador magistral y persistente”.
“Ayudó a hacer de nuestro mundo un lugar más seguro y logró que se liberara a muchas personas detenidas de manera injusta en el extranjero”, aseguraron los Clinton, recordando también que, con su carrera, el exgobernador abonó el camino para que más estadounidenses de origen latino pudieran ejercer altos cargos en el Gobierno.
Richardson nació en Pasadena, California, aunque creció en el barrio de Coyoacán de la capital mexicana ya que su padre, un ejecutivo bancario de ascendencia angloamericana y mexicana, estaba destinado allí. Su madre era mexicana de origen español.
Casado con su amiga de la infancia Barbara Flavin, con quien tuvo una hija, fundó el Centro Richardson para el Compromiso Global, una organización dedicada a promover la paz en el mundo, y la Fundación para Preservar la Vida Silvestre de Nuevo México, con el actor Robert Redford, para proteger a los caballos salvajes.
FOTO: El exgobernador de Nuevo México Bill Richardson, en una fotografía de archivo. EFE/Kulpash Konyrova